A pesar de que dije que no lo haría, ya me ves. Empacando el vestuario y guardando las
máscaras en ésta, mi maleta de disfraces. Solo guardo toda esta magia por un
momento. Aguardará en algún lugar de mi
absurda imaginación hasta que vuelva a salir el sol. Retomará las fuerzas para
saltar con energía. Y no lo niego, desde
ya espera ansiosa a que se vuelva a abrir el telón. No quiero que los fantasmas
que me abrazan deambulen entre mis disfraces, entre los personajes, entre la
obra. Prefiero alejarlos de mí, por el momento, antes de contaminarlo todo de
miedos, de dudas. Tengo que alejarme. No es fácil, claro que no lo es. Queda mi
sueño dormido, para retomarlo luego aquí, justo donde lo estoy dejando.
(escrito el viernes 25 de noviembre de 2011)
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